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¿Cuál es el mental correcto para mejorar?, ¡entra que te contamos todo!

Objetivo 1: Ve el desafío como una oportunidad de crecimiento.

Es imposible mejorar sin enfrentar la ferocidad del desafío y la adversidad, pero como cita Carol, “es posible prosperar”. Una de las bases de la mentalidad de crecimiento es que, el crecimiento ocurre por fuera de tu zona de confort. En otras palabras, la complacencia no favorece el desarrollo. Los jugadores que adoptan una mentalidad de crecimiento buscarán activamente un juego más peligroso y oportunidades desafiantes poniendo sus habilidades a prueba y manteniéndose al margen de su zona de confort. Es importante advertir que una exposición constante a tareas demasiado desafiantes puede llevar al desánimo y a una disminución en la motivación, por lo que es fundamental encontrar un equilibrio. Estos jugadores de piel dura son los que notaran mejoras radicales en la calidad de su juego. Alcanzar la grandeza no ocurre rápidamente o por casualidad, sino que es el resultado de una mentalidad correcta, inteligencia, oportunidad así como el impulso de crecer y tener éxito.

PARA SER EL MEJOR, TIENES QUE VENCER A LOS MEJORES.

No uso esta cita para comparar a una persona con otra, sino para enfatizar la importancia de esforzarte y poner a prueba tus capacidades. Para demostrar que eres indiscutiblemente el mejor, tendrás que enfrentar el desafío de competir contra los poderosos golpes de los mejores. Hay varios modos diferentes de ver el desafío de jugar con un campeón mundial de Super Smash Brothers en un evento en vivo. El primero es estar nervioso. ¿Te sorprende? Déjame explicarte. Entre las consecuencias posibles, tales como perder el dinero del premio, la fama, la clasificación, etc., está la posibilidad de la vergüenza y recibir críticas frente a una gran multitud, lo que hace sufrir al ego. El segundo modo de ver este desafío es saborearlo. Emociónate ante el fervor de la batalla y la oportunidad de desafiar (y posiblemente destronar) a alguien de un calibre mayor, y saber que hay algo para aprender de esta experiencia, sin importar el desenlace. Aunque ganes o pierdas, puedes aprender algo de cada competencia. Esta es una de las características fundamentales de la mentalidad de crecimiento y puedes aplicarla a los juegos, a la escuela, al trabajo y a la vida cotidiana. Sin embargo, tal como mencioné antes, no todo va de acuerdo con el plan. Cuando la adversidad despiadada golpea, entra en juego el siguiente objetivo.

Objetivo 2: Acoger los errores y usarlos para aprender.

En la mayoría de los casos, las competencias que perdemos son las que ofrecen el mayor aprendizaje. No hay lugar para la perfección en ningún esport; puedes preguntárselo a cualquier corredor de velocidad que dedique su carrera a superar el “mejor” tiempo). Es inevitable que cometas errores mientras entrenas y desarrollas tus capacidades. Lo que determinará tu capacidad para sobresalir será el modo en que respondas a esos errores. Los mejores jugadores no son los que nunca cometieron un error, sino los que exponen su debilidad y usan sus errores como herramienta para mejorarse a sí mismos.

Es comprensible que esta visión de los errores sea difícil de aplicar. Solemos castigarnos y ser sumamente autocríticos cuando “lo echamos a perder”. Para comenzar a luchar con esta conducta prácticamente instintiva y aprender a enfrentar nuestros errores, podemos comenzar por prestar atención detallada a nuestra voz interior. Las expresiones como “no puedo” afectan el éxito y pueden determinar un resultado antes de que una competencia o un juego comience. “No puedo” no da cuenta de la cantidad de trabajo duro que has dedicado, ni del progreso que puede lograrse mediante la práctica y el entrenamiento dedicado. Si te encuentras cayendo en una mentalidad que dicta “no puedo hacer algo” agrega la frase “pero aun así…” y desarrolla un plan para crecer.

Por ejemplo, como el Soldado asesino 76 en Overwatch, si me escucho diciéndome “no puedo dar en el blanco con mis cohetes hélice” puedo agregar “…pero aun así, si dedico mis próximos 10 encuentros a concentrarme en mejorar mi puntería con los hélices, puedo mejorar esta habilidad.”

Puedo encontrar difícil concentrarme en la puntería de mi hélice porque esta capacidad no está muy desarrollada, pero el desafiarme a mí mismo para mejorarla eventualmente me hará un mejor jugador. Este simple cambio en el modo en que miramos un problema puede transformar una debilidad en una fortaleza.

Cambiar el modo en que miramos los problemas es un gran paso para mejorar, pero sin embargo si no somos capaces de identificar cuál es el problema podemos terminar persiguiendo nuestra propia cola y corriendo en círculos. Para mitigar esto, debemos practicar y usar una auto-reflexión precisa, que nos lleve a nuestro tercer objetivo.

Objetivo 3: Mejorar en la auto-reflexión.

La auto-reflexión precisa y la meditación es una habilidad que puede cultivarse y es una parte esencial del proceso de desarrollo. La auto-reflexión (o su carencia) puede conducirnos ya sea a una mejora eficiente o al estancamiento. Reconocer las áreas a mejorar no es una tarea fácil, en el sentido que requiere una mirada honesta a tus propios errores, defectos y fallas. Esto puede ser difícil para algunos pero con práctica, es una tarea posible y algo que puedes dominar. El punto crucial y de importancia al hacer evaluaciones, es enfocarte en lo que puedes controlar para asegurar el progreso. Independientemente de cuál sea esport , siempre habrá factores que están fuera de tu control. Considera el entorno en el que estás compitiendo, las habilidades y el salvajismo de tu competidor, el patch y meta actual, y otros factores. Para evitar la frustración, concéntrate en las habilidades que tienes la capacidad de controlar, tal como puntería, comunicación, posicionamiento, etc. Debes creer que dichas habilidades no están arregladas y que con tiempo, dedicación y el objetivo de dominarlas, toda habilidad poco desarrollada puede volverse una fortaleza.

Además de concentrarte en lo que puedes controlar, otro modo de mejorar tu auto-reflexión es hacer registros frecuentes. No te estoy pidiendo que lleves un diario sino que consideres esto como un registro de tu conducta. Escribe notas rápidamente después de tus sesiones de práctica, scrims o encuentros, para asegurarte de que cometes un mínimo de errores al recordar. Lleva un registro de lo que salió bien, lo que no salió bien y qué quieres mejorar e integra esta práctica con tus revisiones VOD y otras prácticas de entrenamiento